El arancel de Trump al aluminio y al acero costará a España 400 millones

Las patronales de acero (Unesid) y de aluminio (InfoAEA) advierten de que están en juego hasta 400 millones de euros de exportaciones de estos materiales si Donald Trump decide imponer aranceles a los dos productos. Ambas entidades explican que esa barrera encarecería las ventas, en conjunto, en torno a 88 millones, convirtiéndolas en inviables por su escasa competitividad. El golpe, a nivel país, no resulta decisivo, pero sí preocupante a escala sectorial.
El acero y el aluminio nacionales también temen la previsible avalancha de importaciones de los países afectados por las tasas arancelarias que ya buscan clientes en Europa. Las patronales han recurrido a la Comisión, que ha abierto un proceso de medidas de salvaguardia para el acero y ha impuesto vigilancia aduanera para el aluminio, que podría derivar también en cláusulas de salvaguardia.
El próximo viernes EEUU debe anunciar si exime a la Unión Europea -como ya ha hecho con Corea del Sur, Australia, Argentina y Brasil- de su guerra comercial o, por el contrario, empieza a aplicar un arancel del 25% a los productos siderúrgicos y del 10% al aluminio.
Las exportaciones españolas a ese país son escasas. En el caso del acero el pasado año, incluidos semiproductos, productos siderúrgicos y transformados (tubos), fueron 337.169 toneladas, en dinero, 325 millones, según Andrés Barceló, director general de Unesid. Una gota sobre los 4 millones de toneladas que se producen en España.

En el aluminio el impacto es menor, según Jon Olababarría, director general de InfoAEA: 26.000 toneladas, que suponen 70 millones de euros. Y con matices, según aclara el responsable de los productores de aluminio, pues dos terceras partes de la exportación española a EEUU son de la filial de la estadounidense Alcoa, por lo que se trata de un comercio intraempresa, más que de ventas reales. En dirección contraria, España importa 4.000 toneladas, pero también en buena parte de operaciones intraempresas de dos compañías españolas. También insignificantes si se tiene en cuenta que el año pasado se produjeron 800.000 toneladas de aluminio, a partes iguales entre extrusión y laminado.

Pero lejos de la tranquilidad, Barceló y Olabarría expresan la preocupación de sus respectivos sectores por la desviación de las ventas de grandes productores mundiales afectados por los aranceles en vigor desde el 23 de marzo. Barceló afirma que, aunque no se están produciendo grandes entradas de acero desde los países afectados por el arancel del 25%, sí han aumentado las ofertas. Y cita específicamente a Turquía, país que produce más que Italia y casi tanto como EEUU. "El año pasado exportó 800.000 toneladas de acero corrugado a EEUU", señala Barceló.
Por este motivo, tres días después de que entraran en vigor los aranceles de EEUU, la Comisión Europea anunció el inicio de una investigación de salvaguardia sobre las importaciones de productos siderúrgicos. Barceló explica que el 27 de abril terminó el envío de información por parte de las empresas y se iniciaron las entrevistas y comprobaciones de los datos. "La CE nos ha asegurado que las medidas de salvaguardia entrarán lo antes posible, previsiblemente para mediados o últimos de junio", dice el director general de Unesid.
Aunque habrá que esperar para conocer en qué consisten las cláusulas de salvaguardia, lo previsible es que se determinen los niveles actuales de importaciones del acero a España y se establezca que no pueden superar el 10% de esos límites. A partir de ahí, los productos que quieran entrar en Europa tendrán que pagar un arancel.
Olabarría reconoce que en el caso del aluminio las cosas van más retrasadas. En el sector, el temor procede de China, por lo que ha solicitado a la Comisión que investigue si producen antidumping, algo demostrado en EEUU. De momento, Bruselas ha decidido vigilar las importaciones de acero para detectar "algún movimiento raro", declara el director general de la patronal del aluminio. Si se detectaran problemas, el sector pedirá cláusulas de salvaguardia como el acero.
El viernes, la Administración Trump debe desvelar si aplica aranceles al acero y al aluminio europeos. Tres son los escenarios: el peor, que aplique tasas a las exportaciones europeas. El segundo, aplicado a Corea, que se recorten las actuales ventas un 30%. Y el más benévolo, que se mantengan las ventas al nivel de ahora, sin recortes pero tampoco aumentos. Eso sí, a cambio de que Europa ceda en otros productos.