La siderurgia evoluciona hacia aceros avanzados pensando en el coche eléctrico

La industria siderúrgica está a la expectativa sobre el crecimiento del sector automotriz eléctrico, que se debate entre el aluminio y el acero para fabricar los coches eléctricos y sus componentes.
La industria automotriz es el segundo mayor consumidor de acero después del sector de la construcción. Durante el último siglo, los vehículos de combustión interna han dominado la industria, sin embargo, se espera que las ventas de vehículos eléctricos crezcan en gran manera en los próximos años, motivadas por las medidas de varios gobiernos de prohibir la venta de vehículos de gasolina.

Eso quiere decir que el crecimiento del sector automotriz eléctrico estará estrechamente relacionado con las ganancias de las principales compañías siderúrgicas del mundo. El acero compite con el aluminio en la fabricación de la carrocería y los componentes del vehículo. Si bien el aluminio es más ligero que el acero (lo que ayuda a los fabricantes de automóviles a aumentar la eficiencia del combustible), el aluminio es bastante más costoso.

Las empresas siderúrgicas como U.S. Steel Corporation están invirtiendo para desarrollar productos de acero avanzado de alta resistencia (AHSS) de nueva generación, que ayudan a los fabricantes a reducir el peso de los vehículos. Además, los productos de AHSS tienden a ser menos costosos que el aluminio. AK Steel y ArcelorMittal han construido productos de AHSS. Por otro lado, AK Steel –con una financiación del Departamento de Energía de Estados Unidos– está trabajando en la próxima generación de aceros para motores eléctricos, utilizados en una amplia variedad de aplicaciones industriales y automotrices, incluidos los vehículos híbridos y eléctricos a batería.
Aún está por verse si las compañías automotrices utilizarán aluminio o AHSS para sus vehículos eléctricos. En todo caso, el sector de vehículos eléctricos será clave en las ganancias de las compañías siderúrgicas en los próximos años. Según el último informe de la consultora PwC, el 55% de todos los vehículos nuevos serán eléctricos para 2030.