“Doloroso, pero necesario”. Esta ha sido la conclusión que ha hecho el director de finanzas de Acerinox, Miguel Ferrandis, al analizar el recorte de más de 1.500 puertos de trabajo —20% de la plantilla— que ha tenido que enfrentar la acerera desde 2006 y que ha dejado a la empresa con 6.789 empleados. El apretón de tuercas ha sido consecuencia del descenso en un 40% en el consumo de acero en España y la reducción de un 20% del negocio en el mercado europeo. La incipiente recuperación del mercado, sin embargo, ha impedido que la pérdida sea mayor. “La recomposición de filas se ha frenado”, ha argumentado el consejero delegado de la firma, Bernardo Velázquez en una reunión previa a la junta de accionistas que se celebrará este martes.
La firma, que en el primer trimestre de este año ganó 25, un 64% más que en igual periodo de 2013, espera que la demanda de acero en el mundo avance conforme a las halagüeñas perspectivas de la economía. “No esperamos producciones tan bruscas como las que hemos tenido en otros años, pero el año en su conjunto va a ser el mejor”, ha comentado Velázquez. En 2013, la producción mundial de acero inoxidable subió un 7,8% y la firma confía en que en 2014 se mantenga el repunte.
Aun cuando la recuperación es lenta, los inversores han vuelto a mirar a Acerinox, ha explicado Rafael Miranda, presidente del consejo de administración. La apuesta de Miranda es que en la próxima revisión del comité asesor del Ibex 35 —que se reúne este martes—, se incluya nuevamente la cotización de la acerera, que fue excluida del selectivo a finales del año pasado.