Acero mexicano contra precio chino

No es un buen momento para ser acerero. Las empresas se enfrentan a un mercado inundado de producto y una demanda cada vez más débil. Lejos quedan los días en los que el auge de las materias primas disparaba los ingresos. Para sobrevivir, las empresas han tenido que formar un frente común para exigir apoyos al Gobierno y, sobre todo, luchar contra la competencia desleal de China. Pero hay empresas de perfil bajo que a través de inversiones estratégicas han conseguido sortear lo peor de la crisis. Es el caso de la mexicana Villacero.

La firma fue fundada en 1955 como Materiales de Fierro de Monterrey, en plena explosión de la industria del estado septentrional de Nuevo León, para abastecer al hambriento mercado local. Durante sus dos primeras décadas fue consolidándose como una de las grandes distribuidoras de materiales ferrosos de México.
Pero Monterrey, donde se fundó la compañía, está a dos horas en automóvil de la frontera con Estados Unidos, por lo que era evidente que, tarde o temprano, el mercado estadounidense sería una pieza clave para la comercialización de sus productos. Y así fue: la primera gran alianza estratégica de Villacero sería con la empresa S&P Steel Products, de Houston (Texas).
Pero a diferencia de la mayoría de las grandes empresas de Monterrey, que tienden a expandirse a Estados Unidos, la verdadera internacionalización de Villacero fue hacia Europa. En 1999 se alió con la mayor distribuidora independiente de acero, la británica Stemcor, para iniciar su verdadero proceso de crecimiento internacional. Hoy la compañía tiene presencia en 34 países.