OBSERVATORIO ECONÓMICO: La reforma estructural por el lado de la oferta se prepara para un desarrollo de alta calidad

Tras dos años de aplicación, la reforma estructural por el lado de la oferta sigue siendo la pieza central de la agenda económica de China, pero las prioridades han cambiado a medida que el crecimiento de alta velocidad va dando paso al desarrollo de alta calidad.
Lanzada en 2015, la reforma se ha centrado en cinco frentes: reducir el exceso de capacidad, evacuar el abultado inventario de viviendas sin vender, bajar los niveles de deuda, reducir los costos comerciales y fortalecer los eslabones débiles.
Las medidas han producido los resultados deseados, promovido la reestructuración económica y estabilizado el crecimiento de la segunda economía más grande del mundo.
En 2018 el país profundizará la reforma, centrándose en la erradicación de la capacidad ineficaz, el fomento de nuevos impulsores del crecimiento y la reducción de los costos en la economía real, declararon las autoridades centrales en una trascendental reunión económica celebrada este mes.
Al igual que muchos otros productores de acero con exceso de personal, Magang (Group) Holding Company, o Masteel, se encuentra en medio de un agresivo recorte.
El complejo acerero, con sede en la provincia oriental de Anhui, ha reducido casi 5 millones de toneladas de capacidad obsoleta, lo que se tradujo en un impulso a su rentabilidad. Las ganancias netas de la sucursal de Masteel cotizada en la bolsa de Shanghai se duplicaron respecto del año pasado, para llegar a 2.740 millones de yuanes (420 millones de dólares) en los primeros tres trimestres del año.
El caso es común en los saturados sectores del acero y el carbón, en los que el gobierno está trabajando duro para lograr la consolidación.
Prometiendo esfuerzos continuos para hacer frente al delicado problema del exceso de capacidad, en la Conferencia Central de Trabajo Económico los formuladores de políticas acordaron medidas para eliminar el suministro ineficaz en 2018, entre ellas la erradicación de las llamadas "empresas zombies", aquellas agobiadas por deudas y pérdidas.
China ha avanzado en la eliminación del exceso de capacidad, una parte importante de su campaña de reestructuración económica. Los objetivos anuales de reducir la capacidad siderúrgica en alrededor de 50 millones de toneladas y la de producción de carbón en al menos 150 millones de toneladas, se cumplieron ya en agosto y octubre, respectivamente.

El economista de la consultora UBS Wang Tao sostuvo que es probable que China comience a promover mejoras en capacidad el año próximo, además de la reducción y una mayor restricción al carbón y la energía térmica entre 2018 y 2020.

A medida que el crecimiento económico se ha desacelerado y los motores de crecimiento tradicionales han perdido fuerza, el país ha recurrido a la innovación, con la esperanza de que las nuevas tecnologías, industrias y modelos de negocios proporcionen estímulo para el crecimiento futuro.
En el XIX Congreso Nacional del Partido Comunista de China, que trazó el rumbo del desarrollo del país en el lustro siguiente , la innovación fue etiquetada como la principal fuerza impulsora para el desarrollo.
China ha trabajado para crear un entorno propicio para la innovación, incluidos la inversión, políticas de apoyo y un entorno de mercado sólido.
El aumento de la inversión en investigación y desarrollo, que solo está por detrás de la de Estados Unidos, y las políticas favorables, incluidos los servicios financieros, una mejor protección de los derechos de propiedad intelectual y un acceso más fácil al mercado, impulsaron la innovación y el espíritu empresarial.
En el año que entra, el gobierno continuará fomentando nuevos impulsores del crecimiento y respaldando la innovación tecnológica y la modernización de las industrias tradicionales.
"China debe esforzarse por lograr grandes avances en ciencia y tecnología básicas, así como en innovaciones originales", recomendó Zhang Xiaoqiang, subdirector ejecutivo del Centro de China para los Intercambios Económicos Internacionales, un grupo de expertos del gobierno.
La reducción de impuestos ha sido una opción viable para estimular a las empresas cuando el crecimiento económico se desacelera.
Entre mayo de 2016 y septiembre de 2017 las empresas chinas se ahorraron más de un billón de yuanes gracias a la implementación del impuesto al valor agregado, la revisión fiscal más significativa de las últimas dos décadas en el país.
La reducción tributaria es solo una parte de un vasto plan para aliviar la carga de las empresas, lo que será una tarea crucial de la reforma estructural por el lado de la oferta en 2018.
Las cargas comerciales se reducirán a través de menos costos de transacción y cargos administrativos impuestos por el gobierno, según la citada conferencia de trabajo económico. Además, el gasto en energía y logística disminuirá a través de reformas en los sectores de energía, petróleo y gas natural, así como en el del transporte ferroviario.
La administración también prometió seguir reduciendo la burocracia y permitir que el mercado cumpla su papel a plenitud. Entre enero y septiembre, el número de empresas registradas cada día fue de 16.500, frente a 15.000 en 2016.
"Para una mayor calidad y eficiencia económicas, China necesita motivar a la gente a innovar, crear cosas nuevas y establecer negocios", comentó Wang Jun, economista del Banco Zhongyuan.